TRES MICRORRELATOS
Mónica Perea
Un pez
Un pez grande, enorme, gigantesco se comió un barco pequeño, diminuto, minúsculo.
La embarcación estaba llena de pequeñas personas con grandes sueños.
Solo
Un niño pequeño, huérfano, risueño soñador, inocente e ingenuo. Vivía con el sueño de ser fuerte, a su manera, vencer en todos los aspectos, que nadie ni nada lo derribara, le hiciera daño. Conseguir lo que quisiera sin tener que pedirlo, conseguirlo por sus propios medios. Él solo, sin necesidad de nadie más. Pero lo que no sabía es que esa soledad iba a jugar en su contra.
En tus ojos.
Rayo brillante hay en tus ojos, luz de mañana que ilumina mi alma y mi fe. Te quito el sombero, buscando un milagro, me asalta tu risa de terciopelo y yo me siento como si el mundo entero fuera sólo mío. El bello tesoro que ha surgido de nuestro tiempo buscando un nuevo anhelo de madurez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario