LA CARTA
Veo que a cada paso que doy la muerte está más cerca. Y ciertamente siento pánico hacia ella. Siento horror cuando recuerdo que todos mis actos en la vida se desvanecerán y sólo quedarán pocas palabras acerca de lo que fui. ¿Tú? Tú sólo serás una cicatriz en mi vida. Una marea imborrable de la herida más profunda y dolorosa en mi corazón. Pero te perderás en cuanto yo me haya ido y ten presente que hasta que me marche, no dejaré que me toque el frío soplo al que tanto temo.
Con rencor:
La dueña de estas palabras.
P.D. : Vete y regálame la libertad de marcharme a gusto.
Aurora Merino.
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