miércoles, 19 de enero de 2011

Muestra de libros de Ana María Matute

El pasado mes de noviembre Ana María Matute recibió el Premio Miguel de Cervantes 2010, reconociéndose de este modo su dilatada trayectoria literaria.

Desde la Biblioteca hemos querido rendirle un pequeño homenaje y hemos preparado una muestra con los libros de la autora para su consulta y préstamo, entre otros podemos encontrar las obras Fiesta al Noroeste, Los soldados lloran de noche, Pequeño Teatro y Olvidado Rey Gudú.

lunes, 17 de enero de 2011

CONCURSO NAVIDEÑO DE RELATOS

Navidad en Chof

ÓSCAR TOLEDO COFRADES 2º ESO A


Mes de julio, 35º C a la sombra, ¡¡ pero nieva !! Porque es Navidad, y en Navidad tiene que nevar sí o sí. Parece raro, sí, una Navidad en pleno mes de julio, cuando más calor hace. Pero da igual, es Navidad, que es lo que importa.

Navidad es la época en la que Papá Noel lleva su súper abrigo rojo, con el que por mucho frío que haga, no tiene frío. ¿ Sus piernas ? Dos jamones, pata negra por supuesto, que para eso el Papá Noel del Planeta Chof es inmigrante de un país de la Tierra llamado España, muy bonito por cierto.

Bueno pues en mi planeta, el Planeta Chof, la Navidad es en julio, como ya os he dicho, por lo que Papá Noel no puede ir con esa ropa. Así que en vez de su famoso abrigo, lleva un bañador, sí amigos, un bañador. Por supuesto ni que decir tiene que no lleva nada más...¡¡ NADA !! Por lo que va luciendo un asombroso cuerpo con una barriga cervecera muy característica.

Ahora hablemos de sus duendes: lo que la gente terrestre entiende por duende, un hombrecillo pequeño con orejas puntiagudas, aquí no existe. Los duendes chofendos ( del Planeta Chof ) son gigantes, con un poco cara de perro. Por no hablar de su característico color verde pistacho. Sí, has leído bien, verde pistacho, por increíble que parezca.

A continuación os voy a decir cómo es su trineo, bueno, si a eso se le puede llamar trineo. Bueno todos sabéis lo que es un Smart, ¿ verdad ? El cochecito ese diminuto...pues ese es el súper trineo que lleva Papá Noel en el Planeta Chof. Sin comentarios...

¿Os he hablado ya del clima de mi planeta? No, ¿verdad? Bueno pues a eso voy. 35º C a la sombra. Vamos lo que es un verano en Madrid, una ciudad de vuestro planeta Y lo peor de todo... ¡¡ SIEMPRE !! Vamos que es como un verano eterno. Y si de por sí, eso ya es raro ( un verano eterno yo lo veo raro ), pues a ver cómo te quedas cuando leas esto... ¡¡ NIEVA !! Sí, todas las Navidades nieva, por el simple hecho de eso, ¡qué es Navidad! 

Ahora os voy a hablar de su geografía. Chof solo tiene un mar, el Mar de Chof ( un nombre demasiado original, que apenas se parece al nombre del planeta ). A cambio de que solo hay un mar, éste ocupa el 75% del planeta. El 25% restante, es tierra como os podéis imaginar. Bueno pues de ese 25%, el 20% son picos de más de 10.000 metros de altitud. Y no me he equivocado en el número de ceros.El 5% que queda es playa, por lo que en nuestro planeta podemos hacer bastantes actividades de ocio.

En Navidad se suele subir al pico más alto y tirarse desde allí en trineo acabando en la playa.
En el Planeta Chof apenas vivimos 100 chofendos. Nada más. Cada un tiene un oficio diferente, por lo que si alguna vez alguien no puede acudir a su trabajo, ese día no podemos disfrutar de los servicios que nos ofrece ese servicio. Al no ser que contratemos a un extrachofendo ( para vosotros los terrestres son extraterrestres ), pero eso nos sale muy caro, no solo por el precio, sino porque no saben hacer nada. Incluso es más útil un bebé que un extrachofendo.

Yo aquí soy el jefe de todos los chofendos, en otras palabras, soy su rey y el presidente de su gobierno ( además de otros cargos que ahora mismo no recuerdo ). Aquí en Chof tenemos una altura media de 2 metros los hombres y 1,90 metros las mujeres. Esa es la principal diferencia con vosotros los terrestres.

Y os preguntaréis: ¿Y el extraterrestre éste cómo es que sabe español?Pues muy sencillo, estudié mi carrera en Madrid. Simplemente porque quise cambiar a un aire más contaminado.
Bueno que os voy a hacer un breve, muy breve resumen de mi planeta:

¡¡ ORIGINAL !! Como ningún otro planeta.

Así que no dudéis en venir en Navidad aquí. ¡Os divertiréis como nunca y os recibiremos como si de chofendos se tratase!


Rey y Presidente de Chof

miércoles, 12 de enero de 2011

CONCURSO NAVIDEÑO DE RELATOS

Yo le miré y él me respondió con un “do”

                                                  Aurora M. (1º ESO)


-Y por fin llegamos a la noticia que todos los padres e hijos estaban esperando… Se acerca la mañana de reyes, y por supuesto todos los regalos de sus majestades de Oriente… nos informa Carmen Moro. ¿Carmen?
- si, suerte a todos los pequeños afortunados que recibirán de Melchor, Gaspar y Baltasar algún que otro regalo… Pero, pequeños, la crisis llega hasta Oriente y este año están un poco escasos de fondos, pero sin duda podéis ir a verlos a la gran cabalgata, donde se reunirán mañana hasta los camellos… Una gran multitud acudirá, no os lo perdáis. y esto es todo por hoy, gracias por todo.
-y…estamos fuera – la sonrisa de Carmen era muy convincente, hasta que las cámaras dejaban de emitir ese puntito rojo, en el que se limitaba a dar un profundo suspiro.
Su compañera se acercó para hablarle muy seria.
-Carmen, si quieres… puedes venir estos reyes a mi casa.
-Gracias, pero no quiero ser un estorbo
-No molestas, en serio.
-No, tranquila que yo… tengo cosas que hacer ese día.-la mentira se le daba bastante mal, lo suficiente como para que la compañera se diera cuenta pero fingió que no se enteraba. Tampoco le hacía mucha gracia tener que acoger a una periodista amargada en su casa.
De pronto se le acercó un hombre gordo con unos zapatos sumamente brillantes y una voz de ogro.
-¡Carmen! Dame el número del sorteo del viaje
-634-567-dijo aparentando estar emocionada, no le gustaba que nadie sufriera pena por ella.
-¿cómo has dicho?-el hombre miró el papel afortunado y Carmen se lo repitió.-Enhorabuena, solo cada diez años se sortea el viaje a Nueva York y… tu lo has ganado.
-¡No puede ser!
-Que lo disfrutes, haz un bonito reportaje, asegúrate de que no me decepcione. Tu cámara será Daniel Blanco. – el viaje se trataba de negocios, haces un buen reportaje, vas a Nueva York gratis y tienes durante un año el doble de tu sueldo. Pero Carmen lo iba a tener muy crudo, no conocía más que refranes sobre el tema “Navidad” Cierto, nunca había tenido unas navidades muy… apacibles. Pero Blanco era un buen cámara, nuevo en la cadena pero no se podía quejar. Y casualmente se topó con Carmen cuando iba por el pasillo. No se conocían personalmente pero sabían que compartirían el viaje.
-Oye, ¿Daniel?- este asintió- tu sabes algo del viaje. Fechas, hora…
-No estoy muy enterado, pero creo que nos vamos mañana. Para filmar la cabalgata, ya sabes…-su voz sonaba tímida pero potente. Extraño. La miraba con penetrantes ojos verdes para poder descubrir que le ocurría.
-¿qué ocurre?
-Nada, nada… -el cámara tenía unos finos dedos largos que no paraban de tocarse un pequeño mechón de pelo. –Creo que me puedes dar tu número y eso… para llamarnos mañana. –Carmel le miraba mientras dictaba los números. ¿Sería un bicho raro también?, un solitario hombre si parecía. Era alto, llevaba una bufanda de color gris, una chaqueta negra larga abrochada por cinco botones y unos zapatos acabados en punta. Era castaño pero tenía destellos rubios en su pelo. Y lo que le hacía una cara más difícil era la facilidad en la que se abstraía del mundo sin dejar presencia en aquello.
-Hasta mañana-se despidió Carmen.
Esa noche en el pequeño piso de Carmen se apagaron las luces muy pronto para ir a dormir, pero no concilió el sueño hasta mucho más tarde. La verdad es que la suerte no había llamado a su puerta. No tenía hijos, ni padres, ni pareja… solo un pequeño piso y un trabajo mal pagado. Y no sabía como, pero la vida le estaba empezando a dar un giro.
A la mañana siguiente no la despertó el  despertador, si no el suave tono de su móvil. Despeinada esperó hasta que se dio cuenta del personaje que la llamaba.
-Carmen, te paso a buscar a en punto
-si, si… en seguida. –El reloj marcaba las doce y media y, por suerte la presentadora se había hecho la maleta la noche anterior. Cuando colgó se vistió, se peino, desayuno y se lavó los dientes. Fue el tiempo exacto para que Daniel llamara a su telefonillo.
-Y bajo- le gritó. La verdad es que estaba muy asustada, nunca había montado en avión… Y las navidades la ponían aún más nerviosa.
Nada más bajar encontró en la puerta una viejo cochecito de los años sesenta. Abrió Daniel la puerta del copiloto con sus huesudos dedos y la invitó a entrar. La mujer se sentó en la tapicería roja, para emprender su viaje a Nueva York. El coche traqueteaba, crujía con todas sus fuerzas. Y Carmen empezaba a marearse.
-¿Cómo vas?-la dulce voz del chico la sorprendió, casi no podía mirarle, pues temía manchar su precioso tapizado.-Pondré música-Ella asintió. La música que puso fue “She” lo recuerdo como si hubiera sido ayer. Ella la tarareaba mientras él la miraba con cautela por el rabillo del ojo y se sonreía. Y el piano tocaba por debajo de todo ello. Al divisar el aeropuerto los dos se bajaron, después de haber escuchado la canción tres veces. Cuando subieron al avión ella se durmió y el escribió un artículo en el portátil.
Llegaron a las pocas horas. Tuvieron que ir en un precioso taxi amarillo que les dejó en el hotel, no diré el nombre porque la historia no trata del hotel.
En la habitación encontraron unos bombones en cada almohada, por pura iniciativa Carmen se tiró a la cama y Daniel entró en el baño.
-¿Has pensado en el reportaje?
-¿qué?
-Tienes que hablar de lo que significa la Navidad.
-No….
-Sí. Y… ¿qué significado tiene para ti?
-Pues…- Nunca había sabido exactamente lo que significaba esa palabra. Esperanza, alegría… el hombre sonrío y se marchó a comer algo al restaurante del hotel y ella le siguió.
Ya ahí dentro el chico la miró fijamente mientras Carmen comía un trozo de pan.
-Es una pregunta compleja, bastante. Es más, para mí puede que signifique algo totalmente distinto que para ti, si lo supieras.
-Mis Navidades nunca han sido… dignas de recordar
-Ya, pero por muy malo el camino, la esperanza de llegar al final es mejor que poco más que precioso.
-Me gusta la frase… ¿Me la dejas?
-Te la regalo-Daniel sacó de su chaqueta un bolígrafo y un papel arrugado, y con desdén los cogió y se los llevó a su cuarto mientras Carmen comía sola.
Cuando una media hora más tarde llegó a su habitación no había ni rastro de Daniel, solo había una nota en su cama.
La Navidad es…
Un juego de palabras, un sentimiento, una brisa, una sonrisa, una luz brillante, una caricia, un abrazo, amor, lealtad, ¿un regalo?, millones de regalos. Un globo que vuela a través de las nubes.
Nos inspira un escrito o un lienzo, esperanza, poesía…
Es, es… supongo que algo bonito, imperceptible pero sensible y delicado a su vez.
Preparad el abeto, porque este año seguro que se decorará por muchas cajas rojas con lazos.
De nada.
La mujer, asombrada, se tiró horas leyéndolo sin parar,  dibujando… y cuando Venus tocó el cielo, se levantó para ir a buscar a su cámara.
Lo encontró contemplando Central Park.
-Mañana es tu momento estelar.-comentó
-Sí, gracias.
-No hay de que…
-Muy bonito…
-La verdad, es que es una chorrada. La Navidad es una… alegría.-el chico en ningún momento la había mirado hasta que se giró, de repente. –Pero… solo tienes que mirar a tu alrededor.- Todo estaba iluminado, precioso. Imagina… imagina la noche más bonita del año con todo tipo de adornos.
-¿es para ti lo que has escrito?-él negó con la cabeza
-coger mi cámara es mi alegría día a día, hacer un reportaje con ella sobre la Navidad es un sueño. Y estoy aquí, con ella, contigo… sin ella. –esto último lo susurró. Fue un alivio para Carmen pensar que entre ellos no… había nada. Sería raro.
-ella… -repitió la mujer.
-Hace… tiempo tuve una “amiga” que conocí por otro contacto que no me lo dejó nada fácil. Yo quería ser pianista, no cámara. El piano era mi aliado, y unas navidades en las que tocábamos villancicos juntos, ella me puso una nota en la madera. Adiós, monstruo pianista. Me rompió en pedazos, me destrozó. Y yo cerré el gran instrumento con la nota dentro. –el chico sonrió, creo que por no llorar. Y a ella el sonido del piano la invadió.
-acompáñame.-Carmen le guió hasta una sala donde había muchas mesas y un escenario en el que se encontraba un piano.
-No me pidas que toque, porque no podré resistirme a las teclas.
-toca- su voz casi era un susurro, y él con cuidado acarició la madera negra, lo abrió y empezó a tocar. Daba igual qué tocara. Eran tales sus movimientos que merecían ser vistos. Con suavidad tocaba las teclas, cerraba los ojos y te hacía volar.
Carmen se marchó a dormir pasada la hora, pero Daniel seguía tocando, no se cansaba, era su sentimiento tan fuerte que ni siquiera le mandaron irse por escándalo. Y pasaron las horas y los sonidos seguían iluminando la sala. Vibraba el suelo, incluso.
Aquella mañana, Carmen se lo encontró con la cabeza apoyada en el piano, durmiendo.
Era precioso… Madera de ébano, teclas blancas y negras…
Cuando abrió los ojos se encontró a Carmen tomándose un café.
-Gracias, pero te pedí que no lo hicieras-ninguno sonreía.
-Mentiste. La cámara no es tu pasión.
-Ojala lo fuera… esto es… un lujo que no me puedo permitir sin sufrir.
-Tócala otra vez-su voz se imponía demasiado, porque él se acercó sin que le mandara nada y empezó a crear música.
Yo le miré y él me respondió con un “do”.

lunes, 10 de enero de 2011

CONCURSO NAVIDEÑO DE RELATOS

EL VIAJE DE MARTA.

 
Marta, era una niña muy normal, que iba al colegio, vivía en una casa normal con una familia normal… hasta que en la noche del 24 al 25 de Diciembre le ocurrió algo que os voy a contar ahora mismo:

Era una tarde normal excepto porque era 24 de Diciembre y siempre ese día iba a casa de su abuela a cenar con todos sus primos. Cuando llegó a casa estaba rendida, se puso el pijama y se durmió. Al día siguiente cuando se despertó no estaba en su habitación sino en una especie de granero que olía muy mal, cuando salió de aquel granero se encontró con un pueblo muy extraño, empezó a dar vueltas para ver si recordaba ese sitio, pero nada, después de un rato Marta se cansó y se sentó en el suelo, la gente que pasaba por ahí se la quedaba mirando pero Marta estaba tan concentrada en recordar aquel sitio que ni se dio cuenta de que la estaban mirando, hasta que unos niños que pasaban se empezaron a reír de ella y ahí fue cuando se dio cuenta, pensó- ¿Por qué me mira todo el mundo?- al cabo de un rato se dio cuenta de que iba en pijama y de que todo el mundo llevaba ropa que ella no había visto nunca salvo en los carnavales y en las obras de teatro. Cuando ya había descansado lo suficiente y se levantó para seguir dando vueltas le vino a la mente la obra de teatro que hizo unos días atrás con sus compañeros de clase se llamaba el portal de Belén, entonces vio a un señor con una mula y encima una mujer embarazada y pensó- claro esos son María y José que van a ver si encuentran una posada donde poder dormir, pero no la encuentran y se van a dormir a un establo donde nace el niño Jesús-. Para ver si era cierto se fue a preguntarles quien eran, al principio se asustaron pero al cabo de un rato le dijeron como se llamaban y en efecto eran ellos, les pidió que si les podía acompañar y ellos le dijeron que sí tras meditarlo un buen rato. Como Marta ya sabía, no encontraron ninguna posada pero un posadero les dijo que había un establo a las afueras del pueblo. Estuvieron mucho rato buscándolo porque no lo encontraban por ningún sitio, eso no lo sabía Marta, hasta que al final lo encontraron. Cuando dejaron sus cosas se dieron cuenta de que no tenía comida entonces José tuvo que ir a comprar comida para poder cenar mientras Marta hablaba con María.

Hablaron durante un buen rato, pero como Marta solo tenía 9 años no hubo mucho de qué hablar, pero si hablaron de sus lugares de nacimiento, Marta la habló de que ella venía de muy lejos y que vivía con sus padres y con sus dos hermanos pequeños en un piso de Madrid y de que iba al colegio y tenía muchos amigos y amigas, como era de esperar María se quedo muy impresionada con lo que Marta le estaba contando pero se calló y la dejo terminar su historia para así poder empezar ella la suya y de cómo había conocido a José y como se había quedado embarazada por Dios y del camino que habían tenido que recorrer para llegar a donde estaban, Marta escuchó muy interesada en lo que contaba María y de lo que ella sabía gracias a la obra de teatro que hizo en el colegio. Cuando llegó José con la cena María la preparó y cenamos, después de acostarnos María empezó a dar a luz, cuando nació el niño le pusieron de nombre Jesús y de repente empezaron a aparecer muchos pastores que iban a adorar al niño que acababa de nacer guiados por la estrella y por el ángel Gabriel, después de unas horas aparecieron los Reyes Magos con oro, incienso y mirra, como en su obra de teatro, Los Reyes Magos les contaron como habían llegado hasta allí desde el desierto y guiados por una estrella. Cuando todos se fueron ellos se durmieron. Al día siguiente se despertó en su cama como si nada hubiese pasado, pensó- que tenía unas ganas tremendas de contarle a su madre y a su padre lo que le había pasado pero sabía que lo la creería y que le dirían que lo había soñado así que no se lo contó- y cuando se levantó y fue al salón estaban todos despierto y abriendo los regalos que les había dejado Papá Noel. Esa misma mañana se fue a casa de su tía a comer con sus primos y sus tíos. Al llegar a casa de sus tíos y saludar a todo el mundo cogió a su primo del brazo y lo arrastró hasta una habitación para contarle lo que le había pasado, él se quedó fascinado con lo que le estaba contando su prima , al principio no estaba convencido pero al ver como lo contaba su prima, con que confianza se lo contaba, la creyó, cuando acabó de contárselo él acabó con la boca abierta y se fue corriendo a contárselo a su hermano pero Marta le cogió rápidamente y le hizo prometer que no se lo iba a contar a nadie. Pasaron los días y llegó año nuevo, pero cuando llego el día de reyes, el 5 de Enero, escribió una carta a los Reyes Magos y puso una foto, que decía así:

Queridos Reyes Magos, no sé si me recordaréis pero yo soy la niña que estaba cuando fuisteis a darle los regalos al niño Jesús, esa que os hacía tantas preguntas, quiero saber si solo fue un sueño o si fue de verdad, yo creo que si fue de verdad pero eso solo me lo podéis decir vosotros. Si habéis leído esta carta y sabéis la respuesta a mi pregunta desearía que me mandaseis la respuesta en otra carta.

Muchos besos,
Marta.

Cuando terminó de escribir la carta la dejó en la mesa del salón con unos vasos de agua y un poco de chocolate. Al día siguiente la carta no estaba y en vez de eso había regalos.
Pasaron los días, las semanas, los meses y Marta no recibía la carta de los Reyes Magos hasta que pasó un año y el día de Reyes recibió junto a sus regalos una carta que decía:

Querida Marta: hemos recibido tu carta con tu foto hace poco y queríamos decirte que si que recordamos haberte visto antes, justo la noche que fuimos a adorar al niño Jesús. Esperamos no haber tardado mucho en haberte enviado la carta pero teníamos la confianza de que esperarías hasta que llegase.

Besos,
Los Reyes Magos. 

Cuando la leyó no se lo podía creer, ¡los Reyes Magos la habían escrito una carta! Y desde aquel día les empezó a escribir cartas todas las Navidades y lo mejor es que luego los Reyes Magos la respondían, no se lo llegó a decir nunca a nadie y Marta cree que su primo se olvidó, así que solo lo sabía ella.




                                                                                       Beatriz Morón (2º ESO)